miércoles, 9 de mayo de 2012

Retoquitos

Desde siempre, la belleza ha sido uno de los atributos más valorados. Todos nos esforzamos día a día para estar cada vez más guapotes y para ello nos dejamos el sueldo en ropa, cremas de todo tipo, peluquerías, gimnasios, etc.

Lo peor de la belleza es que es efímera, la pierdes poco a poco según vas envejeciendo. Y no hay nada peor que un viejales que se niega a envejecer. Entre este grupo están los viejales cachudos. Esa es una especie para echarla de comer aparte. En sí mismos, esas personas son un oxímoron con patas, poseen carnes flácidas, pero a la vez firmes...


¿Véis? Este abuelo, con ese cuerpo, no puede ir con su nieta a dar de comer a las palomas, como mucho las coge al vuelo y les arranca la cabeza de un mordisco. Este abuelo no va a mirar obras, las destruye a golpe de bastón. Este abuelo no toma Sintrom, tomará MDMA, MDA, MDMEA, Speed, cristal, popper, oraldine, ayahuasca...

Tema aparte merecen sus venas como longanizas de Avilés, pero de eso hablaremos en otra ocasión...

Si el tema de los abuelos cachudos ya provoca arcadas, las chonis cachudas provocan mayor rechazo:


Esta es la Superchoni. La verdad es que he tenido problemas para catalogarla como "esta" porque bien podría ser "este", si no fuera por esas esferas rarunas que tiene en el pecho que llamaremos "tetas". Lo cierto es que es una especie de Paco Clavel mazado. Si váis a algún after, que sepáis que quien reparte la droga es ella.

Ya que estamos hablando de mazados y chonis, es imposible no hablar de ese programa cultural que se llama "Hombres, Mujeres y Viceversa". Ya el nombre lleva a engaños. Con ese nombre el programa debería ir de travestis, pero no.
Pues el programa, por si alguien no lo ha visto, es raro, pero raro raro. Para empezar, lo presenta una yegua de carreras que para mayor escarnio presenta el programa tirada en las escaleras, ni una sillica o un taburete, nada.
También hay una abuela por ahí. No sé muy bien que hace, pero ahí está. Hace calceta, pero no sé qué aporta eso al programa.
Luego están los tronistas y pretendientes, los verdaderos protagonistas del programa. Estos vienen de los polígonos y los afters de toda España buscando su media naranja. Se sientan en un trono (que se parece a una silla normal y corriente) y esperan encontrar a la pareja de sus sueños. Pero para llegar a eso, antes han tenido que ir a varios cientos de bolos y liarse con unas cuantas por el camino. Todo sea por encontrar el amor.
La estética de los tronistas es bastante reconocible. Aquí una muestra de los especímenes del programa en su edición italiana:


Fijaos en el coloretes tipo Heidi del primero y en el moreno natural del segundo. ¡¡Guapos ellos!!

En esto del cambio de imagen es corriente el uso de aparatos que nos ayuden a conseguir ese aspecto deseado. Uno de los aparatos más usados entre los hombres es el famoso Jes Extender, que hace que tu colita del tamaño de un meñique se transforme en un pollón como el badajo de la campana de la catedral de Teruel.


Lo que no llego a entender de esta foto no es el tamaño de sus genitales, sino qué es lo que lleva a un cincuentón hacerse fotos frente al espejo del baño cual adolescente para su book de Tuenti.

Para conseguir ese cuerpo deseado, muchos usan truquitos para cambiar aquello que no les gusta. Es muy habitual que la gente pase por el quirófano para cambiar su aspecto y mejorarlo. La cirugía hace milagros y si no, fijaos en Carmen de Mairena. Pero en ocasiones la cirugía no es solo para quitarse barriguita, aumentarse las tetas o elevar un orificio de la nariz como Belén Esteban. En ocasiones lo que no nos gusta es nuestro sexo y hay que cambiarlo. Las operaciones de cambio de sexo son muy costosas y no todos tienen dinero como para afrontarlas, pero gracias a los japoneses que nos llevan años de adelanto, con una goma, un par de tiras adhesivas, un poquito de pegamento y algo de maña nos podemos realizar nosotros mismos un cambio de sexo casero a lo Bricomanía:


Y este es el resultado final:


Estos japoneses, con cuatro cositas que les des te hacen cualquier cosa. El único problema que le veo yo a esto es, cuando se empalmen ¿qué pasará?

Si os tengo que ser sincero, yo apuesto por la naturalidad. No es que esté en contra de los retoques o la cirugía, simplemente me gustan más las personas tal y como son.

¡¡VIVA LA NATURALIDAD!!